Esta receta deliciosa se prepara en un momentito, y a los niños les encanta. Se puede hacer también con fideos (sin gluten, jeje), pero queda más rica con arroz. Si eres vegano / vegetariano, puedes adaptar la receta eliminando el jamón, pues queda igualmente muy buena. ¡Que la disfrutes!

Ingredientes para 4 personas:

  • 2 cebollas grandes
  • 2 tomates maduros medianos pelados
  • 1/2 puerro pequeño (opcional)
  • 1 zanahoria pequeña pelada (opcional)
  • 6 dientes de ajo cortados en láminas (retirando el centro)
  • 100 g de jamón ibérico 100% bellota cortado en trocitos
  • 250 g de arroz redondo (mejor si antes de utilizarlo lo has metido en agua durante unas horas y después lo lavas bajo el grifo)
  • Especias y sal al gusto (por ejemplo, comino, perejil, albahaca, orégano)
  • AOVE

Preparación:

Pela las cebollas y córtalas en trocitos pequeños (también las puedes picar en la picadora o usar cebolla troceada congelada). Ponlas en una cacerola con unos 50 ml de AOVE y ponlas a pochar a fuego medio-bajo. Mientras tanto, corta el jamón en taquitos (si no lo compraste ya cortado), corta en láminas los dientes de ajo y pela y corta en trocitos medianos los tomates. Cuando las cebollas estén un poco doradas, añade el jamón y remueve hasta que cambie de color. Luego añade los dientes de ajo y remueve durante 3-4 minutos. Por último añade el tomate y remueve otros 3-4 minutos. Luego, añade alrededor de 1 litro o litro y medio de agua (mejor si la has calentado previamente), un poco de sal (ojo, no eches mucho, que el jamón ya habrá salado la sopa) y las especias que quieras. Deja cocer a fuego lento durante 40 minutos. Antes de servir, lleva a ebullición y añade el arroz. Retira del fuego cuando el arroz esté en su punto. Quedará como un guiso de arroz caldoso.

Nota 1: el arroz puede ser una importante fuente de arsénico. No te intoxicarás si comes de vez en cuando, pero no se debe abusar. Para asegurarte que el arroz que consumes tenga lo menos posible de este metal pesado, puedes seguir varios consejos. Por un lado, informarte en internet de la carga de arsénico del suelo las diferentes regiones de producción, y comprar arroz producido allí donde la carga sea más baja. Por otro lado, consumir arroz blanco en lugar de integral o semi-integral, pues gran parte del metal tóxico se irá con el proceso de «pelado» del grano. Por último, dejar el arroz en remojo durante unas horas, y posteriormente lavarlo bajo el grifo antes de cocinarlo. Si quieres más información te recomiendo este artículo de Lucía Redondo Cuevas donde lo explica muy bien. https://redondocuevas.es/arsenico-arroz-alarmismo-realidad/

Nota 2: ¿por qué recomiendo usar jamón ibérico 100% bellota y no otro? Al igual que ocurre con los animales criados con pasto, consumiento cerdo ibérico 100% bellota tendremos muchas más garantías de que estos animales se han criado en la naturaleza y comiendo lo que naturalmente deben comer (bellotas, en este caso) y no cereales u otro alimento que no forme parte de su cadena alimentaria. La carne de cerdo 100% bellota es mucho más cara, pero debido a sus características, es de una calidad infinitamente mejor.

Aquí te traigo una receta buenísima realizada con arroz de coliflor. Un excelente y muy nutritivo sustituto del arroz, por si quieres bajar tu consumo de cereales. La receta es apta para los que hacen dieta paleo y cetogénica. Si eres vegano / vegetariano, puedes adaptar la receta eliminando las gambas, pues queda igualmente deliciosa. ¡Que aproveche!

Ingredientes para 4 personas:

  • 1 cebolla mediana
  • 1 puerro pequeño
  • 2-3 coliflores medianas o 1-2 paquetes de arroz de coliflor ya preparado (depende del tamaño del paquete)
  • 6 dientes de ajo
  • 6 espárragos verdes (opcional)
  • 1 paquete de gambitas congeladas MSC peladas crudas
  • 1 cucharada sopera colmada de aceite de coco
  • Especias y sal al gusto (por ejemplo, perejil, albahaca, orégano)

Preparación:

Para el arroz de coliflor tienes dos opciones, puedes comprarlo ya preparado (lo venden en muchos supermercados, normalmente en la sección de ultracongelados) o preparlo en casa. Para prepararlo en casa, basta con trocear 2-3 coliflores medianas o 2 grandes, meterlas en la batidora de vaso, añadir 2-3 vasos de agua y batirlo hasta que queden trocitos del tamaño de granos de arroz. Luego lo cuelas con un colador para eliminar el agua y ya está.

Para la receta: cortar la cebolla y el puerro en trocitos pequeños y sofreirlos con el aceite de coco a fuego medio. Mientras tanto, poner las gambitas congeladas en un cuenco con agua tibia para que se descongelen. Cuando la cebolla y el puerro estén bien doraditos, añadir los dientes de ajo pelados y cortados en láminas (o enteros si se prefiere) y los espárragos cortados en trozos pequeños, de no más de medio centímetro (los espárragos son opcionales). Sofreir otro poco y poner especias al gusto. Añadir las gambas y remover hasta que cambien de color transparente a blanco. Por último, añadir el arroz de coliflor y mezclar todo muy bien. Poner el fuego en potencia media-baja y dejar que se haga durante unos 10 minutos (o hasta que notes que tiene una textura parecida al arroz normal). No añadas sal hasta el final, pues las gambas ya van a aportar sal de por sí, y es probable que ni necesites poner sal extra. Si fuera necesario, la puedes añadir al final del todo.

Nota 1: ojo si tienes problemas tiroideos, pues la coliflor pertenece a la familia de las crucíferas, que son vegetales considerados «bociógenos». Podrás consumirla de vez en cuando, y preferiblemente cocinada, pero no te recomiendo abusar.

Nota 2: el sello «MSC» hace referencia a pesca sostenible de animales criados en libertad. Este tipo de alimento marino es ecológicamente y nutricionalmente preferible a los peces / marisco criados en piscifactorías, aunque sean «bio». En una piscifactoría, los animales serán a menudo alimentados con cereales u otros alimentos que no son su alimento natural, mientras que los animales criados en su hábital natural se alimentan de lo que de verdad tienen que comer. Así la carne de estos animales nos aportará todas las características nutricionales que buscamos al consumirlos.