Esta receta de crema se puede realizar de diferentes maneras, adaptándola según los gustos de cada uno. Acompañada de frutos secos, sésamo y aceite de trufa queda espectacular. Seguro que te encanta.

Ingredientes para 4 personas:

  • 3 cebollas grandes
  • 4 calabacines medianos, pelados
  • 2 boniatos medianos o 2 patatas medianas, pelados
  • 6 dientes de ajo pelados (retirando el centro)
  • 200 ml de leche de coco o de leche de cabra / oveja
  • 3 cucharadas soperas colmadas de almidón de tapioca
  • Especias y sal al gusto (por ejemplo, comino, perejil, albahaca, orégano)
  • AOVE
  • Frutos secos al gusto (pistachos, piñones, almendra laminada, castañas en trocitos)
  • Sésamo
  • Un chorrito de aceite de trufa

Preparación:

Pelar las cebollas, pártelas en trozos grandes y sofreirlas en una olla a fuego medio con un chorrito de AOVE. Mientras tanto, pelar los ajos y retirarles el centro, pelar los boniatos o las patatas y cortarlos en trozos grandes. Añadir los trozos de boniato / patata y los ajos a la olla, removiendo de vez en cuando. Mientras se sigue sofriendo el contenido de la olla, pelar los calabacines y cortarlos en trozos medianos. Añadirlos también a la olla y dejar que todo se sofría durante unos 10-15 minutos, hasta que el boniato / patata se haya reblandecido y pueda cortarse con el canto de una cuchara de madera. Añadir entonces sal y especias al gusto, y unos 600-700 ml de agua previamente calentada. Llevar a ebullición. Mientras tanto, disolver el almidón de tapioca en la leche de coco / oveja o cabra en frío, removiendo con una cuchara. Una vez esté disuelto, anadir la mezcla a la olla y dejar cocer a fuego lento durante unos 30 -40 minutos. Batir para hacer una crema una vez se haya enfriado. Añadir frutos secos y sésamo al gusto, y un chorrito de aceite de trufa.

Nota 1: Yo personalmente prefiero poner boniato por el sabor y porque sus almidones me parecen más interesantes nutricionalmente, sobre todo como prebióticos. Además, el boniato no tiene lectinas, a diferencia de la patata que es una solanácea, y como todas las plantas de su especie, contiene lectinas.

Nota 2: las cremas se acompañan a menudo de «croûtons» (dados de pan crujientes), pero para evitar el gluten, recomiendo sustituir éstos por frutos secos y semilla de sésamo, tal y como veis en la foto. Como cualquier semilla de planta, los frutos secos y el sésamo contienen antinutrientes, sobre todo fitatos, que inhiben la absorción intestinal de cationes (calcio, hierro, magnesio, etc.) Para evitar el efecto negativo de estos antinutrientes y poder aprovechar el valor nutricional de las semillas, un truco sencillo es mojarlas durante unas horas antes de consumirlas, con un poquito de sal.

Esta receta deliciosa se prepara en un momentito, y a los niños les encanta. Se puede hacer también con fideos (sin gluten, jeje), pero queda más rica con arroz. Si eres vegano / vegetariano, puedes adaptar la receta eliminando el jamón, pues queda igualmente muy buena. ¡Que la disfrutes!

Ingredientes para 4 personas:

  • 2 cebollas grandes
  • 2 tomates maduros medianos pelados
  • 1/2 puerro pequeño (opcional)
  • 1 zanahoria pequeña pelada (opcional)
  • 6 dientes de ajo cortados en láminas (retirando el centro)
  • 100 g de jamón ibérico 100% bellota cortado en trocitos
  • 250 g de arroz redondo (mejor si antes de utilizarlo lo has metido en agua durante unas horas y después lo lavas bajo el grifo)
  • Especias y sal al gusto (por ejemplo, comino, perejil, albahaca, orégano)
  • AOVE

Preparación:

Pela las cebollas y córtalas en trocitos pequeños (también las puedes picar en la picadora o usar cebolla troceada congelada). Ponlas en una cacerola con unos 50 ml de AOVE y ponlas a pochar a fuego medio-bajo. Mientras tanto, corta el jamón en taquitos (si no lo compraste ya cortado), corta en láminas los dientes de ajo y pela y corta en trocitos medianos los tomates. Cuando las cebollas estén un poco doradas, añade el jamón y remueve hasta que cambie de color. Luego añade los dientes de ajo y remueve durante 3-4 minutos. Por último añade el tomate y remueve otros 3-4 minutos. Luego, añade alrededor de 1 litro o litro y medio de agua (mejor si la has calentado previamente), un poco de sal (ojo, no eches mucho, que el jamón ya habrá salado la sopa) y las especias que quieras. Deja cocer a fuego lento durante 40 minutos. Antes de servir, lleva a ebullición y añade el arroz. Retira del fuego cuando el arroz esté en su punto. Quedará como un guiso de arroz caldoso.

Nota 1: el arroz puede ser una importante fuente de arsénico. No te intoxicarás si comes de vez en cuando, pero no se debe abusar. Para asegurarte que el arroz que consumes tenga lo menos posible de este metal pesado, puedes seguir varios consejos. Por un lado, informarte en internet de la carga de arsénico del suelo las diferentes regiones de producción, y comprar arroz producido allí donde la carga sea más baja. Por otro lado, consumir arroz blanco en lugar de integral o semi-integral, pues gran parte del metal tóxico se irá con el proceso de «pelado» del grano. Por último, dejar el arroz en remojo durante unas horas, y posteriormente lavarlo bajo el grifo antes de cocinarlo. Si quieres más información te recomiendo este artículo de Lucía Redondo Cuevas donde lo explica muy bien. https://redondocuevas.es/arsenico-arroz-alarmismo-realidad/

Nota 2: ¿por qué recomiendo usar jamón ibérico 100% bellota y no otro? Al igual que ocurre con los animales criados con pasto, consumiento cerdo ibérico 100% bellota tendremos muchas más garantías de que estos animales se han criado en la naturaleza y comiendo lo que naturalmente deben comer (bellotas, en este caso) y no cereales u otro alimento que no forme parte de su cadena alimentaria. La carne de cerdo 100% bellota es mucho más cara, pero debido a sus características, es de una calidad infinitamente mejor.