Funciones y regulación del sistema inmunitario
El sistema inmunitario es un conjunto de órganos, células y moléculas que se encuentran repartidos por todo el cuerpo. Su función más conocida es la de protegernos frente a infecciones producidas por virus, bacterias, hongos, parásitos u otros. Sin embargo, el sistema inmunitario tiene otras muchas funciones muy importantes para nuestro organismo. Por un lado, es el responsable de la inmunovigilancia, es decir, la capacidad de detectar y eliminar células que han sufrido una transformación maligna. Y si el cáncer ya se ha producido, ayuda a combatirlo. También se encarga de eliminar productos de desecho o tóxicos de los tejidos y, por medio de la inflamación, participa en labores de reparación de tejidos dañados tras una enfermedad o traumatismo. Es además el encargado de vigilar las fronteras de nuestro cuerpo, incluida la barrera hematoencefálica, que separa el sistema nervioso central del resto de nuestro cuerpo. A nivel de estas barreras, y, sobre todo, de la intestinal, analiza cada sustancia que atraviesa para decidir si ésta es admitida al interior del cuerpo o no. Participa asimismo en el desarrollo de todos nuestros órganos, desde la etapa fetal hasta nuestra vejez. Esto es especialmente importante en el cerebro, donde las células del sistema inmunitario (residentes y migradas), ayudadas por otras células locales llamadas células gliales, se encargan en gran medida de la plasticidad neuronal. Esta plasticidad es el mecanismo por el cual nuestro cerebro se va adaptando a nuestro ambiente, las situaciones vividas, los requerimientos varios y el desarrollo natural del cuerpo. Gracias a la acción del conjunto de estas células, las conexiones entre neuronas se modifican y especializan, y se eliminan las conexiones o células que no son útiles. Por último, tiene también un papel muy importante como sistema de comunicación en nuestro organismo. Debido a su ubicuidad y a su interacción constante con el medio externo, y en especial con nuestra microbiota, el sistema inmunitario es capaz de estar al corriente de todo lo que ocurre dentro y fuera de nuestro cuerpo. Así, mediante la fabricación de diferentes sustancias (citokinas pro- y antiinflamatorias, péptidos, aminas y otros) y su liberación al líquido extracelular, a la sangre o a la linfa, es capaz de transmitir esa información a otras partes del cuerpo, y en especial al sistema nervioso central. Mantiene pues una constante comunicación con nuestro cerebro, pero también con nuestro sistema endocrino, y se ve influenciado por los niveles hormonales. Las hormonas sexuales, el cortisol (hormona del estrés) o las hormonas tiroideas entre otras son capaces de regular la actividad del sistema inmunitario. Es por ello que todos los tóxicos disruptores endocrinos, de los que hablamos en otros artículos, pueden tener un papel crucial en el funcionamiento de nuestro cuerpo, y en el desarrollo de infecciones urinarias, que es el tema que nos ocupa. Disruptores endocrinos. También la microbiota es capaz de regular su función. Es por ello que las situaciones de disbiosis pueden alterar profundamente nuestra salud y nuestra defensa frente a infecciones, además de todas las otras funciones de este sistema tan importante. Otros mecanismos por los cuales la actividad de nuestro sistema inmunitario puede verse afectada son el sueño, el estrés emocional o físico, el ejercicio físico y la dieta, en especial si existe un déficit de ciertas vitaminas, oligoelementos u otros nutrientes como la vitamina C, vitamina D, vitamina E, vitamina B12, Zinc, Magnesio, Selenio, Cobre, Hierro, ácidos grasos omega 3, etc.
Bibliografía:
Sattler S. The Role of the Immune System Beyond the Fight Against Infection. Adv Exp Med Biol. 2017;1003:3-14.
Téllez GA, Castaño JC. Antimicrobial peptides. Infectio. 2010; 14(1): 55-67
Daëron M. The immune system as a system of relations. Front Immunol. 2022 Sep 13;13:984678
Arponen S (2022). El sistema inmunitario por fin sale del armario. Alienta.
Weyh C, Krüger K, Peeling P, Castell L. The Role of Minerals in the Optimal Functioning of the Immune System. Nutrients. 2022 Feb 2;14(3):644
Avery JC, Hoffmann PR. Selenium, Selenoproteins, and Immunity. Nutrients. 2018 Sep 1;10(9):1203.
Martens PJ, Gysemans C, Verstuyf A, Mathieu AC. Vitamin D’s Effect on Immune Function. Nutrients. 2020 Apr 28;12(5):1248.
Ao T, Kikuta J, Ishii M. The Effects of Vitamin D on Immune System and Inflammatory Diseases. Biomolecules. 2021 Nov 3;11(11):1624.
Carr AC, Maggini S. Vitamin C and Immune Function. Nutrients. 2017 Nov 3;9(11):1211.
Prieto Gatracós E (2018). Yo C ! Editorial Dunken.
Lewis ED, Meydani SN, Wu D. Regulatory role of vitamin E in the immune system and inflammation. IUBMB Life. 2019 Apr;71(4):487-494.
Besedovsky L, Lange T, Born J. Sleep and immune function. Pflugers Arch. 2012 Jan;463(1):121-37.
Besedovsky L, Lange T, Haack M. The Sleep-Immune Crosstalk in Health and Disease. Physiol Rev. 2019 Jul 1;99(3):1325-1380.
Weyh C, Krüger K, Strasser B. Physical Activity and Diet Shape the Immune System during Aging. Nutrients. 2020 Feb 28;12(3):622.
Childs CE, Calder PC, Miles EA. Diet and Immune Function. Nutrients. 2019 Aug 16;11(8):1933.
Poles J, Karhu E, McGill M, McDaniel HR, Lewis JE. The effects of twenty-four nutrients and phytonutrients on immune system function and inflammation: A narrative review. J Clin Transl Res. 2021 May 27;7(3):333-376.
Fu Y, Wang Y, Gao H, Li D, Jiang R, et al. Associations among Dietary Omega-3 Polyunsaturated Fatty Acids, the Gut Microbiota, and Intestinal Immunity. Mediators Inflamm. 2021 Jan 2;2021:8879227.
Gutiérrez S, Svahn SL, Johansson ME. Effects of Omega-3 Fatty Acids on Immune Cells. Int J Mol Sci. 2019 Oct 11;20(20):5028.