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Introducción a los metales pesados

 Los principales metales pesados son el mercurio, el cadmio, el plomo y el arsénico. Son sustancias que se utilizan de manera habitual en la industria y que actualmente contaminan nuestros suelos y nuestras aguas (dulces y saladas). En los próximos artículos veremos someramente uno a uno.

     Un pequeño apunte en relación con la exposición a metales, y en especial a metales pesados. Cada vez se sospecha más la relación entre el daño que producen las ondas electromagnéticas (WI-FI, antenas 4G y 5G, microondas, cableados eléctricos) y la sobrecarga de metales pesados. Las personas con hipersensibilidad electromagnética tienen a menudo alguna intoxicación por metales pesados. No voy a adentrarme en este tema, pero una pequeña pista sería el tener cuidado con la exposición a estas ondas. Apagar el wifi o el móvil en casa por la noche, por ejemplo, es un gesto sencillo que nuestra salud agradecerá.

     Tenemos que saber que todos nosotros estamos expuestos a los metales tóxicos, que se encuentran en nuestro entorno y son difíciles de eliminar. La mayoría de las veces esta exposición es poco dañina, pero puede tener efectos sobre nuestra vejiga, ya sea por un efecto neurotóxico con alteración del sistema nervioso autónomo que controla este órgano, como alteración del sistema inmunitario que lo protege de infecciones, o también por daño directo. Así, podemos hacer mucho bien a nuestra vejiga evitando estos metales.