La importancia de tener una buena acidez estomacal
Un problema digestivo que muchas personas presentan es la producción insuficiente de ácido por parte del estómago. Esto puede ser simplemente un factor ligado al envejecimiento o un problema provocado por factores externos como la toma de medicamentos antiácido, el estrés o la falta de sueño. Las alteraciones en el funcionamiento del sistema nervioso autónomo (simpático y parasimpático), muy relacionadas con el estrés emocional, con nuestro estado hormonal, con la presencia de neuroinflamación (activación de las células inflamatorias del sistema nervioso por parte de las citoquinas) y con la calidad y cantidad del sueño, modifican el funcionamiento del nervio vago, que es el nervio que favorece la producción de ácido por las glándulas de la pared estomacal. Así, cualquier factor que altere la producción del ácido gástrico provocará un aumento del pH del estómago. Debido a esto, el inicio de la digestión no será correcto, y el resto de los procesos que se producen no se desencadenarán de la manera “perfecta” en la que deberían producirse, tal y como describo en el artículo sobre la fisiología de la digestión: Cómo se realiza la digestión y por qué ciertos alimentos no se deben mezclar
Otro problema si falta acidez estomacal es que la vitamina B12 que ingerimos, que normalmente va unida a proteínas, no se separará bien de estos péptidos y por lo tanto no se podrá unir a una sustancia producida por el estómago llamada factor intrínseco. Esta sustancia permite transportar la vitamina B12 a lo largo de todo el intestino hasta la parte final del intestino delgado, llamada ileon terminal. Ahí, la vitamina B12 será absorbida. Por lo tanto, sin ácido estomacal, nos exponemos a un déficit de vitamina B12 que, si es crónico, puede producir enfermedades como la anemia o alteraciones nerviosas.
Además, sabemos que el cuerpo utiliza la acidez gástrica a modo de “desinfectante” de la comida. Cada vez que comemos, pasan a nuestro estómago millones de microorganismos procedentes de la boca y de la superficie de los alimentos. Dentro de estos microorganismos, hay muchos que pueden resultar patógenos, pero la mayoría de ellos no sobreviven a la importante acidez del estómago. Por eso, una menor acidez gástrica será menos útil a la hora de matar a estos microorganismos, y favorecerá su sobrecrecimiento a nivel del intestino delgado.
En conclusión, hay que decir pues que, para gozar de buenas digestiones, es muy importante dormir bien y encontrar estrategias para controlar el estrés. En cuanto a los medicamentos antiácido, su uso está totalmente justificado en algunos casos, como por ejemplo las personas que tienen una hernia de hiato con reflujo gastroesofágico severo, y que corren el riesgo de desarrollar un cáncer de esófago. Sin embargo, sabemos por el contrario que estos fármacos se utilizan a menudo de manera indiscriminada y sin un criterio claro. Con esto no estoy pidiendo que nadie se deje la medicación sin más, pero creo es importante acudir al médico que haya recetado dichos fármacos para asegurarse que su uso es verdaderamente necesario, sobre todo si se padecen problemas digestivos.