Pesticidas
Algunos pesticidas también poseen un efecto disruptor endocrino, como por ejemplo el clorpirifós o el metoxicloro, así como el tristemente “famoso” DDT, prohibido hace años pero que sigue acumulado en los suelos. Su efecto suele ser a nivel de las hormonas sexuales y, en el caso de los compuestos clorados, también alteran el funcionamiento del sistema inmunitario.
Debido al gran poder tóxico de los pesticidas, es siempre preferible consumir productos ecológicos. A pesar de su precio más elevado, son mejores para nuestra salud pues, aunque podemos eliminar los tóxicos acumulados en nuestros suelos ni en las aguas, sabemos, al menos, que (en teoría) a los productos ecológicos no se les habrán añadido voluntariamente aún más tóxicos.
Bibliografía:
Olea N (2019). Libérate de tóxicos. RBA libros.
Pombo Arias M, Castro-Feijóo L, Barreiro Conde J, Paloma Cabanas Rodríguez P. A review on endocrine disruptors and their possible impact on human health. Rev Esp Endocrinol Pediatr 2020; Volumen 11. Número 2.
Vandenberg LN, Colborn T, Hayes TB, Heindel JJ, Jacobs DR, et al. Hormones and Endocrine-Disrupting Chemicals: Low-Dose Effects and Nonmonotonic Dose Responses. Endocrine Reviews, March 14, 2012 er.2011- 1050.
Demeneix B (2017). Cocktail toxique. Éditions Odile Jacob.