Mantecas y ceras:
Manteca de karité:
Es un buen regenerador celular. Es rica en vitaminas A (con efecto antienvejecimiento para la piel), E (antioxidante) y F (revitalizante del cabello y la piel dañadas). También es rica en colágeno (que tiene propiedades antiedad). Hidratante, nutriente, antibiótica y antifúngica. Evita el encrespamiento del pelo.
Es un producto grumoso, para que quede con una consistencia un poco más cremosa o emulsionada, hay que derretir unas 4 cucharadas soperas al baño María a fuego no muy fuerte y calentar en un cazo un poco de agua destilada, para que coja la misma temperatura que la manteca derretida. Vierte la manteca en un recipiente para batidora de brazo y añade poco a poco el agua caliente a la vez que bates la mezcla. Para que quede cremosa, unas 3 cucharadas soperas de agua. Para que quede más líquida, 5-6 cucharadas soperas de agua. Una vez batida la mezcla, hay que meterla en la nevera y dejarla durante una hora más o menos.
Manteca de cacao:
Tiene propiedades similares a la manteca de karité, pero es menos granulosa.
La preparación en emulsión sería la misma que para la manteca de karité (ver arriba).
Cera de abeja:
Emoliente, ligante y espesante. Te recomiendo la cera amarilla, pues la blanca es más estética (las cremas quedan más blanquitas, parecidas a las cremas comerciales) pero más rígida, con lo cual, la textura no es ideal desde mi punto de vista.
Aceites:
Aceite de coco:
Es hidratante, nutriente, con efecto reparador y revitalizante en el pelo, evita el encrespamiento. Penetra fácilmente en la proteína del cabello gracias a que el 50% de este aceite es ácido láurico. Además, se aclara bien bajo el agua. Es rico en vitamina E antioxidante. También tiene poder antibiótico, antiviral y antifúngico. Funciona bien para el acné y las pieles grasas (restablece el pH neutro). Tiene un cierto efecto protector solar (bloquea 20% de los rayos UVA). Ayuda a la reparación tisular. Liga bien con la fase acuosa (es fácil emulsionarlo). Va muy bien como crema de noche, bálsamo labial o desmaquillante, si lo utilizas solo. En las pastas de dientes tiene efecto desinfectante bucal. También es útil como tratamiento para las quemaduras (como si fuera vaselina), pues es calmante, hidratante y cicatrizante. Evita las estrías del embarazo y la celulitis. Resiste bien a las altas temperaturas y a la oxidación pues contiene muchos ácidos grasos saturados, más estables que los insaturados. Este aceite es sólido / cremoso a una temperatura inferior a 25°. Por eso se vende en frascos y no en botella. Cómpralo siempre bio y prensado en frío, su calidad será mayor.
Aceite de oliva:
Contiene mucha vitamina E con un alto poder antioxidante. Es muy nutritivo, regenerativo y resistente a las altas temperaturas y a la oxidación. Por ello, si no puedes guardar tus cremas en una zona fresca en verano, te recomiendo que reemplaces en las fórmulas otros tipos de aceite por éste. Asegúrate que es bio, virgen extra y prensado en frío.
Aceite de aguacate:
Propiedades similares al aceite de oliva.
Aceite de argán:
Tiene un alto contenido en ácido linoleico (antiinflamatorio). Es bactericida y fungicida. Muy hidratante y apto para piel grasa y acné (controla el exceso de sebo). Es muy nutritivo para la piel y tiene un buen efecto antiarrugas, también ayuda a eliminar manchas de la piel. Tiene un buen efecto calmante si se utiliza como bálsamo post-exposición solar. Es antioxidante, neutraliza los radicales libres. Efecto regenerador para enfermedades de la piel (útil en personas con psoriasis por ejemplo) o eliminar cicatrices. Útil para nutrir et hidratar el cabello, darle brillo y para quitar la caspa. Se puede usar como contorno de ojo.
Aceite de almendras dulces:
Es rico en antioxidantes y vitamina E, y tiene efecto antiinflamatorio. Se absorbe rápido por sus propiedades emolientes. Calmante y antiestrés. Reduce las arrugas. Protege e hidrata la piel. Espesa las pestañas, mejora las bolsas y las ojeras, por ello, es útil añadirlo en recetas de contorno de ojos. Fortalece las uñas. Evita las estrías. Cura quemaduras y elimina manchas de la piel. También tiene un cierto poder protector solar.
Aceite de lino:
Antiinflamatorio, cicatrizante y regenerativo. Ideal para aplicar sobre quemaduras. Antioxidante, antienvejecimiento. Quita manchas, rojeces y arrugas. Se absorbe fácilmente. Es ideal para personas con acné. Da luminosidad a la piel.
Aceite de jojoba:
Regula la producción de sebo: si se trata de una piel grasa, la reduce. Si la piel es seca, la aumenta. Muy útil también para regular la producción de sebo del cuero cabelludo. Tarda en absorberse un poco más que otros aceites, por eso es preferible usarlo por la noche.
Aceite de rosa mosqueta:
Es regenerativo, muy útil para combatir arrugas, estrías y cicatrices. Ideal para pieles delicadas.
Tipos de aceite recomendados según el tipo de piel:
- Piel normal a mixta: jojoba, rosa mosqueta, oliva, coco
- Piel seca: almendra dulce, aguacate, argán
- Piel grasa, seborreica/acné: lino, jojoba
- Piel madura: argán, coco, rosa mosqueta
- Piel con manchas: argán, rosa mosqueta
- Piel irritada: coco, lino, argán
Aditivos antiedad:
- Solubles en medios oleosos:
Escualano vegetal:
Soluble en fase oleosa.
Parecido al ácido hialurónico. Combate las arrugas, previene el envejecimiento, elimina manchas, hidrata la piel, calmante, repitelizante y purificante.
Coenzima Q10:
Soluble en fase oleosa.
Es antioxidante y antienvejecimiento (crono y fotoenvejecimiento). Protege contra los radicales libres provocados por los rayos UVA y UVB.
Retinol (vitamina A):
Soluble en fase oleosa.
Potente antienvejecimiento. Poner en crema de noche pues es fotosensible y puede inactivarse con el sol.
- Solubles en medios acuosos:
Acido hialurónico:
Soluble en fase acuosa.
Rellena arrugas, anti inflamatorio, cicatrizante. El de bajo peso molecular penetra más en la piel. Es más para arrugas profundas y efecto antiedad. El de alto peso molecular penetra menos, es más hidratante y trata mejor para arrugas superficiales.
Provitamina B5 (pantenol):
Soluble en fase acuosa.
Hidratante, regenera la piel, antioxidante, anti-irritación y antiedad. Lustra el pelo y mejora el encrespamiento. Poner entre 0,02% y 0,5% de la solución. Es el constituyente mayor de la coenzima A. Poner entre 0,02% y 0,5% de la solución.
Vitamina C (ácido ascórbico):
Soluble en fase acuosa si son polvos que se reconstituyen con agua o en fase oleosa si es liposomal o está reconstituida en algún aceite portador. Lo más práctico es comprarla en polvo y reconstituirla nosotros según las necesidades.
Potente como producto antienvejecimiento, favorece la síntesis de colágeno. Elimina manchas de la piel. Es preferible usarla por la noche pues es fotosensible y puede inactivarse con el sol.
Conservantes:
- Solubles en medios oleosos:
Vitamina E:
Antioxidante y conservante. Utilizar 3 gotas /100 ml aprox.
Extracto líquido de própolis:
Antioxidante y bactericida / fungicida. Conservante. Cicatrizante. Poner 3 gotas / 100 ml aprox.
- Solubles en medios acuosos:
Leucidal:
Conservante e hidratante, soluble en fase acuosa. Poner al 2-3%.
Extracto de pepitas de pomelo:
Conservante. Poner al 0,6 a 1%.
Otras materias primas:
Almidón de maíz o de tapioca:
Espesante, absorbe la humedad.
Goma xantana :
Gelificante, espesante, hidratante.
Óxido de zinc
Cicatrizante, protector UV. En cremas, poner 2-10%
Bicarbonato de sodio:
Antibacteriano porque altera el pH, evita el mal olor, absorbe la humedad.
Aceites esenciales:
Como ya he comentado en otros artículos, desde mi punto de vista, los aceites esenciales se deben considerar como si fueran medicamentos. Sin la supervisión de una persona formada en aromaterapia, no recomiendo usarlos. Si se usan, debe ser con un fin terapéutico, y desde luego, no para perfumar. De hecho, verás que en mis recetas muy rara vez los utilizo.
Te pongo aquí, a modo de ejemplo, las propiedades que poseen algunos de los aceites esenciales más frecuentemente utilizados, para que te hagas una idea del gran poder que tienen. Pero, te recuerdo, que no debes usarlos a menos que te aconseje un profesional. No es el objetivo de esta web recetar o recomendar mezclas de aceites esenciales.
Aceite esencial de árbol del té:
Antibacteriano, antifúngico, anticaspa, antipiojos. Ayuda contra las picaduras de insectos. Aplicación con aceite portador: granos del acné, heridas, hongos en las uñas, verrugas, herpes. Diluido en líquido: como colutorio, antimosquitos, limpiador del hogar, desinfectante de baños, alfombras, para la colada. No ingerir. No usar en niños ni embarazadas. Hay dudas de si algunas de las sustancias que contiene son disruptores endocrinos.
Aceite esencial de menta:
Antiséptico, antibiótico, antifúngico, antiviral. Analgésico. Ayuda a la producción de saliva en las pastas de dientes y colutorios. Ayuda a regular la producción de grasa. Desodorante, refrescante, reduce la pérdida del cabello. Para evitar los mareos en el coche: diluir 2-3 gotas en una cucharada de aceite portador de almendras, argán, oliva, etc. y aplicar detrás de la muñeca. Para aliviar la migraña: diluir 2 gotas en una cucharada de aceite portador y masajear la frente. Trata la caspa y los piojos (se pueden añadir algunas gotas al champú). Para estimular la circulación y reducir los dolores o la inflamación tras un golpe: añadir 2-3 gotas en una cucharada de aceite portador y masajear. Para mejorar la digestión después de las comidas: poner 2-3 gotas en 200 ml de agua. Para tratar la congestión nasal: inhalado en vaho, 2-3 gotas, o en difusor. Para tratar los hongos de las uñas: 2-3 gotas diluidas en una cucharada de aceite de argán o de coco). Para mejorar la fatiga y el agotamiento mental: usado en difusor. Para bajar la fiebre: añadir 2-3 gotas a una compresa fría. No se debe usar en enfermedades neurológicas. No debe entrar en contacto con ls ojos. No usar en el embarazo ni en niños.
Aceite esencial de lavanda oficinalis:
Antiinflamatorio, antibacteriano y antifúngico. Analgésico y sedante. Antiespasmódico. Aplicación diluyendo 2-3 gotas en una cucharada sopera de aceite portador: para dormir (aplicar detrás de las orejas o en la almohada). Para tratar enfermedades cutáneas como el acné, el eczema, la psoriasis, las quemaduras, las picaduras insectos (sirve también de repelente). Aplicación diluido con un aceite portador: tónico para el crecimiento del cabello, para el dolor de cabeza (masaje con una compresa húmeda y 2 gotas), insomnio o ansiedad (en difusor o en el agua del baño), regulación menstrual (mezclando 5 gotas con 30 ml de aceite portador y masajeando la pelvis), para la gripe (en difusor), asma o problemas bronquiales (en difusor o en el agua del baño, o mezclando 5 gotas con 30 ml de aceite portador y masajeando el pecho). No utilizar durante el embarazo o niños. Hay dudas de si algunas de las sustancias que contiene son disruptores hormonales.
Aceite esencial de limón:
Antibacteriano, antiinflamatorio, alivia la tos, estimula el drenaje linfático, antialérgico. Neutraliza los malos olores. Aplicación directa diluido en aceite portador: para tratar verrugas y callos. Para tratar la anemia y la hipertensión (en difusor), el dolor articular o mejorar la circulación (diluido en aceite portador o en agua del baño). Para la fiebre (2-3 gotas en una compresa fría). Para el resfriado, la tos o la pérdida de voz (inhalación de vapor o frotar el pecho diluído en aceite portador). Para la fatiga (difusor o en el agua del baño). Para tratar los hongos de las uñas (mezclar con aceite de almendras). Para las úlceras de la boca (hacer gárgaras). Para tratar el cabello graso (2-3 gotas en el champú) o la piel grasa (2-3 gotas en 30 ml de agua). Repelente de insectos (en difusor o hacer un spray poniendo 2-3 gotas en 30 ml de agua y pulverizar sobre los muebles. Para eliminar el tejido cicatricial (mezclar con aceite de argán o de rosa mosqueta y masajear).
Aceite esencial de eucalipto:
Antibacteriano, antifúngico, antiséptico, activa la circulación, repelente de insectos, para los dolores musculares, migraña, asma, tos, herpes. Aplicación directa: herpes y varicela. También sirve para refrescar el cubo de la basura. Diluido: dolores musculares (masajear mezclado con aceite portador), problemas de garganta o respiratorios (vaporizador). Desinfectante (10 gotas en 1 litro de agua y vaporizar). Evitar durante el embarazo. No utilizar en caso de hipertensión arterial o de epilepsia. Evitar si se está usando homeopatía.