Este serum en aceite tiene un magnífico efecto antioxidante y antiarrugas. Te recomiendo usarlo de noche.

Ingredientes:

  • 1 cucharada de aceite de argán
  • 1 cucharada de aceite de jojoba
  • 25 gotas de escualano vegetal
  • 5 gotas de vitamina E
  • ½ cucharada de ácido hialurónico (mejor en polvo, porque líquido no se mezcla bien)
  • Opcional: 1 g de vitamina C en polvo pura o 20 gotas de vitamina C liposomal al 20%.

Te recomiendo que utilices ingredientes bio si puedes, siempre es mucho mejor.

Preparación:

Mezclar todos los ingredientes y meter en un recipiente / botellita de vidrio oscuro con un sistema de spray o de roll-on preferiblemente. Poner 4-5 gotas en el hueco de la mano y extender por la cara y el cuello o extender directamente si utilizas un roll-on. Si quieres añadir vitamina C para que tenga más efecto antiedad y antimanchas, entonces utilízalo de noche, pues esta vitamina es fotosensible.

Nota importante: debido a su alto contenido en aceites, es normal que al principio notes que la piel queda oleosa nada más aplicar este serum. Sin embargo, una vez que tu piel la haya absorbido al cabo de varios minutos, el efecto perdurará mucho tiempo, tu piel quedará suave e hidratada y no tendrás la sensación de que tienes la piel brillante y aceitosa al cabo de unas horas.

Esta mascarilla capilar ultranutritiva deja el pelo muy suave y brillante durante varias semanas. Aplícatela durante unos 20-30 minutos en el pelo antes del lavado. Aunque, cuidado, no pongas mucha cantidad pues cuesta un poco aclararla.

Ingredientes:

  • 30 g de cera de abejas amarilla (la blanca es más dura)
  • 6 cucharadas de aceite de coco
  • 4 cucharadas de aceite de oliva
  • 4 cucharadas de aceite de jojoba
  • 1 cucharada de vinagre de manzana
  • 0,5 ml provitamina B5 por cada 100 ml de preparado
  • (opcional 1 cucharada de miel cremosa)

Te recomiendo que utilices ingredientes bio si puedes, siempre es mucho mejor.

Preparación:

La preparación es muy sencilla. Sólo hay que derretir todos los ingredientes al baño María y mezclar bien. Remover de vez en cuando mientras se vaya enfriando para que quede una mezcla bien homogénea. Pasar la mezcla a un recipiente de vidrio (mejor si es de vidrio oscuro) y guardar en un lugar fresco protegido de la luz.

Ten cuidado de no pasarte con la cera, pues puede quedar muy dura. Ante la duda, pon un poco menos y añade más tarde, si consideras que la consistencia no es buena.

Para retirarla, tendrás que darte varias manos de champú. Pero verás que el resultado es espectacular.

Esta crema te sorprenderá por su textura suave y su poder hidratante. Al extenderla la notarás aceitosa, pero pasados unos minutos, tu piel la absorberá y quedará hidratada durante horas.

Ingredientes:

  • 100 g de manteca de karité o de cacao (si se quiere hacer menos granuloso)
  • 50 g de aceite de coco
  • 4 cucharadas soperas de aceite de almendras
  • 4 cucharadas soperas de aceite de argán
  • Derretir al baño María y después batir con la batidora
  • 10 gotas de vitamina E

Te recomiendo que utilices ingredientes bio si puedes, siempre es mucho mejor.

Preparación:

Mezclar todos los ingredientes con una cucharita de palo o con una espátula de madera y meter en un recipiente de vidrio con cierre hermético, en un lugar fresco protegido de la luz. Si ves que se queda «grumoso», también puedes batir la mezcla con la batidora.

Para usarlo, extender con el dedo, una brocha de maquillaje o una espátula de silicona o de madera. Dejar que la piel absorba un poco los aceites antes de vestirse, pues se puede manchar la ropa si no. Ojo con la ropa negra, pues a veces el bicarbonato puede dejar una mancha blanca.

Como el aceite de coco es líquido a partir de 25° y cremoso por debajo, es preferible añadir algo menos de almidón en invierno y un poco más en verano, o bien conservarlo en la nevera si hace calor.

Nota importante: debido a su alto contenido en aceites, es normal que al principio notes que la piel queda oleosa nada más aplicar esta crema. Sin embargo, una vez que tu piel la haya absorbido al cabo de varios minutos, el efecto perdurará mucho tiempo, tu piel quedará suave e hidratada y no tendrás la sensación de que tienes la piel brillante y aceitosa al cabo de unas horas.

Para apreciar el uso de este colutorio, al igual que la pasta de dientes, necesitas un tiempo de «adaptación» si no estás acostumbrado a los productos caseros. Cuando lleves un tiempo usándolo, te resultará muy agradable. Sin embargo, debido a su contenido en aceite esencial, no te recomiendo usarlo a diario.

Ingredientes:

  • 2 bolsitas de manzanilla
  • 2 cucharadas soperas rasas de stevia en grano o líquida
  • 100 ml de agua destilada (mejor si es mineral, destilada o filtrada)
  • 1/2 cucharada sopera de bicarbonato de sodio
  • 5 gotas de aceite esencial de menta o de limón
  • 5 gotas de vitamina E

Preparación:

Hacer una infusión con la manzanilla y la stevia. Una vez enfriada, añadir el bicarbonato, las 5 gotas de aceite esencial de menta o de limón y las 5 gotas de vitamina E. Enjaugarse la boca durante un par de minutos y después escupir. Volver a enjuagarse con agua limpia y escupir de nuevo.

Este enjuague bucal se debe preservar en una botella de vidrio oscuro, protegida de la luz (dentro de un armario por ejemplo). Gracias al leucidal, que es un conservante natural, durará unos días (alrededor de una semana). Si lo guardas en la nevera, aún durará más. Antes de usarlo, siempre hay que moverlo bien.

Nota: los aceites esenciales tienen propiedades similares a los medicamentos (ver el artículo sobre las propiedades de los diferentes ingredientes). Por eso no te recomiendo abusar de este producto. Conviene usarlo de vez en cuando, una o dos veces por semana máximo, y enjuagarse bien la boca con agua tras su uso. De lo contrario, podría alterar tu microbiota bucal, entre otros efectos.

Esta receta de pasta de dientes con sabor a menta es muy fácil de preparar. Para las personas que no están acostumbradas a usar productos de aseo naturales, el sabor y la textura puede resultar extraños al principio. Te hará falta unos días acostumbrarte, pero una vez que lo hayas hecho, no querrás cambiar a tu antigua pasta.

Ingredientes:

  • ½ cucharada sopera de bicarbonato de sodio
  • 2 cucharadas soperas de aceite de coco
  • 2 cucharadas soperas de stevia en grano o azúcar de abedul (xilitol)
  • 1 cucharada sopera de hidrolato de menta
  • Opcional: 3 gotas de vitamina E (para que se conserve más tiempo)

Preparación:

Mezclar todos los ingredientes en frío hasta que quede una pasta homogénea. También se puede mezclar con la batidora. Poner en un recipiente de vidrio, mejor si es oscuro y en un lugar protegido de la luz. Usar aplicando un poco de pasta sobre el cepillo (no introducir el cepillo en el recipiente pues se llenará de bacterias y durará menos). Ten en cuenta que cuando hace calor el aceite de coco pasa de ser una pasta a ser líquido (por encima de 25 grados más o menos). Así que durante los meses de calor se puede desligar la mezcla, por lo que te aconsejo que la guardes en la nevera.

Fabricar cosméticos caseros no resulta fácil al principio. Cuando empecé a interesarme por este tema, la mayoría de recetas que encontraba en internet eran difíciles de hacer y requerían muchos ingredientes. Por eso, empecé a crear mis propias “recetas fáciles”, que he probado yo misma, así como mi familia y amigos, con un alto grado de aceptación. Las recetas que te propongo son extremadamente sencillas, con un “pool” de ingredientes bastante limitado e intentando que la preparación de cada mezcla no lleve más que unos minutos. Como ya he comentado, las hay mucho más complicadas, con muchísimos más ingredientes y métodos de preparación mucho más complejos. Sin embargo, desde mi punto de vista estas recetas no ofrecen un mejor efecto que las recetas más sencillas con ingredientes de calidad, y sin embargo aportan mucha más complejidad y resultan mucho más caras. Aquí tienes algunos consejos generales para que empieces con buen pie y que la preparación de los cosméticos te resulte sencilla.

  • Hazte con productos ecológicos de buena calidad. Cuando empieces a preparar tus cosméticos, necesitarás hacer una pequeña inversión inicial. Te aconsejo que, aunque resulte un poco más caro, compres productos bio, aceites de extracción en frío, etc. Hay muchos proveedores en internet que tienen productos muy buenos. Prefiero no dar direcciones, pero si conoces a alguien que se prepara sus propios cosméticos, pídele consejo. 
  • No olvides tener a mano algo de agua destilada o agua filtrada (un filtro casero también vale).
  • Guarda tus materias primas en algún armario o lugar protegido del calor y de la luz. Los aceites, aunque sean de muy buena calidad, tienen tendencia a oxidarse y ponerse rancios bastante rápido. Si los tienes bien guardados, aguantarán mucho más. Asimismo, muchos productos, como por ejemplo las vitaminas, son fotosensibles y pierden sus propiedades si no las proteges de la luz.
  • Hazte con algunos envases y botellitas de diferentes tamaños, preferiblemente de vidrio oscuro si es posible, con diferentes tipos de tapa (hermética, en roll-on, etc.). Puedes ir poniendo de lado vidrios de conservas o productos alimenticios que vayas gastando, o comprarlos en las tiendas online donde compres tus materias primas, pues suelen venderlos también. Para mezclar, lo mejor son las cucharas de palo.
  • Es conveniente tener una báscula de cocina muy precisa, e incluso una microbáscula (es como una cuchara que pesa de 0,1 en 0,1 gramos).
  • Para que las cremas queden suaves, sobre todo si llevan manteca de karité que es un poco granulosa, lo ideal es calentar la fase oleosa (todo lo que sean aceites, mantecas o ceras) al baño María removiendo hasta que la mezcla se quede líquida y después meterla en la nevera o el congelador un poco, sacarla y batirla, volver a meterla, volver a sacarla y volver a batirla y así varias veces hasta que se quede como con textura de crema espesa.
  • Si queremos emulsionar cremas, es decir, mezclar un producto oleoso (aceite por ejemplo) con otro acuoso (aloe vera, por ejemplo) en el recipiente que utilices siempre hay que verter la fase acuosa sobre la fase oleosa para que ligue bien, y que ambos productos estén SIEMPRE a la misma temperatura. Es el mismo principio que el de la mayonesa. Al utilizar una batidora de brazo debes empezar a batir a baja velocidad para que la mezcla vaya ligando y posteriormente ir aumentando la velocidad y el movimiento del brazo. Tengo muy pocas recetas en las que necesites hacer emulsiones, precisamente porque sé que no es fácil. De todas formas, si tienes que hacer una emulsión, el truco más importante es que todos los ingredientes estén a la misma temperatura, como ya he comentado. Cuando haces mayonesa en casa, verás que nunca se te cortará si dejas atemperar los huevos para que se pongan a misma temperatura que el aceite y no los pones recién sacados de la nevera. Pues bien, para las cremas es el mismo principio.
  • Cuidado con el bicarbonato en los desodorantes porque mancha la ropa oscura. Es un producto interesante pues nos ayuda a regular la sudoración y el olor. Pero debes intentar que tu piel haya absorbido bien el desodorante antes de vestirte, o, si tienes un poco de prisa, eliminar el resto que quede con una toallita.
  • Los aceites esenciales y las vitaminas se deben añadir cuando la mezcla se haya enfriado. Si no, pueden perder propiedades.
  • Salvo algunas excepciones, no se deben aplicar los aceites esenciales directamente sobre la piel. Es mejor diluirlos en un aceite portador (de almendras dulces, oliva, argán, coco, etc.)
  • Suelo tener mucha precaución con los aceites esenciales. Desde mi punto de vista, estos productos tienen efectos farmacológicos y, si no tienes una formación al respecto, creo que es mejor que no los utilices. Quizás, los menos peligrosos sean los de cítricos (limón, naranja, etc.). En mi caso, no suelo ponerlos como “perfume”, pues no veo el interés de darle olor a una crema que va a perderse unos minutos después. Sólo los utilizo si busco un efecto particular (efecto desinfectante, antiinflamatorio o antitranspirante, por ejemplo), a baja concentración y de manera muy puntual. 
  • Sobre todo, NO recomiendo usar aceites esenciales en cosmética para niños y embarazadas. Hay cada vez más evidencia de que muchos de ellos contienen disruptores endocrinos. 

Esta crema cuidará de tus manos nutriéndola e hidratándola. Seguro que te encanta. Y lo mejor de todo: se prepara en 5 minutos.

Ingredientes:

  • 30 g de cera de abejas amarilla
  • 5 cucharadas de aceite de coco
  • 1 cucharada de aceite de argán
  • 1 cucharada de aceite de almendras
  • 3 gotas de extracto de própolis
  • 10 gotas de vitamina E
  • 10 gotas de provitamina B5
  • Si se hace con cera blanca que es más densa, añadir además 4 cucharadas de aceite de lino, de rosa mosqueta o de cáñamo

Te recomiendo que utilices ingredientes bio si puedes, siempre es mucho mejor.

Preparación:

Derretir y mezclar todos los ingredientes al baño María. Estas cantidades son para hacer unos 100 ml de producto. Si se quiere hacer menos, coger la parte proporcional.

Nota importante: debido a su alto contenido en aceites, es normal que al principio notes que la piel queda oleosa nada más aplicar esta crema. Sin embargo, una vez que tu piel la haya absorbido al cabo de varios minutos, el efecto perdurará mucho tiempo, tu piel quedará suave e hidratada y no tendrás la sensación de que tienes la piel brillante y aceitosa al cabo de unas horas.

Puedes usar este gel como producto de peinado tras el lavado, sobre el pelo húmedo secado con toalla (hará efecto de espuma fijadora) o como mascarilla hidratante a poner tras el champú, y aclararlo con un poco de agua (el pelo quedará más suelto). En los dos casos, es ideal para pelo rizado. Pero cuidado si tienes el cabello muy seco, pues puede secarlo un poco.

Ingredientes:

  • 150 ml de gel de aloe vera puro
  • 1 cucharadita de café de goma xantana
  • 1 ml de glicerina vegetal por cae glicerina vegetal,
  • 1.5 ml aceite de jojoba
  • 2 ml de leucidal
  • 0,5 ml de provitamina B5
  • 1 ml de vitamina E.
  • Opcional: si se quiere hacer aún más nutritivo, poner 1 cucharada de café de miel.

Preparación:

Verter en un recipiente de batidora los 150 ml de gel de aloe vera y añadir la goma xantana. Remover con batidora o a mano y dejar reposar al menos 30 minutos sin que le de la luz hasta que tenga una consistencia gel-espumosa. Añadir la glicerina vegetal, el aceite de jojoba, el leucidal, la provitamina B5 y la vitamina E. Batir de nuevo. Si se quiere hacer aún más nutritivo, poner 1 cucharada de café de miel. Guardar en un recipiente de vidrio oscuro, protegido de la luz.

Para usarlo, poner un poco de producto en la palma de la mano (como una nuez más o menos) y extenderlo por las puntas tras el lavado. Si se quiere un efecto mojado / fijador tipo «espuma», no aclarar. Si se quiere un efecto más natural con el pelo más suelto, aclarar con un poco de agua tras 5 minutos.

Si sueles tener los labios agrietados, éste es tu producto. Te alegrará saber que no te estás aplicando sustancias tóxicas cerca de la boca.

Ingredientes:

  • 30 g de cera de abejas amarilla
  • 5 cucharadas de aceite de coco
  • 2 cucharadas de aceite de argán (o 1 cucharada de argán y 1 cucharada de aceite de almendras dulces)
  • 2 cucharadas de aceite de oliva

Te recomiendo que utilices ingredientes bio si puedes, siempre es mucho mejor.

Preparación:

Derretir y mezclar todos los ingredientes al baño María. Estas cantidades son para hacer unos 100 ml de producto. Si se quiere hacer menos, coger la parte proporcional.

Mantecas y ceras:

Manteca de karité:

Es un buen regenerador celular. Es rica en vitaminas A (con efecto antienvejecimiento para la piel), E (antioxidante) y F (revitalizante del cabello y la piel dañadas). También es rica en colágeno (que tiene propiedades antiedad). Hidratante, nutriente, antibiótica y antifúngica. Evita el encrespamiento del pelo. 

Es un producto grumoso, para que quede con una consistencia un poco más cremosa o emulsionada, hay que derretir unas 4 cucharadas soperas al baño María a fuego no muy fuerte y calentar en un cazo un poco de agua destilada, para que coja la misma temperatura que la manteca derretida. Vierte la manteca en un recipiente para batidora de brazo y añade poco a poco el agua caliente a la vez que bates la mezcla. Para que quede cremosa, unas 3 cucharadas soperas de agua. Para que quede más líquida, 5-6 cucharadas soperas de agua. Una vez batida la mezcla, hay que meterla en la nevera y dejarla durante una hora más o menos.

Manteca de cacao:

Tiene propiedades similares a la manteca de karité, pero es menos granulosa.

La preparación en emulsión sería la misma que para la manteca de karité (ver arriba).

Cera de abeja:

Emoliente, ligante y espesante. Te recomiendo la cera amarilla, pues la blanca es más estética (las cremas quedan más blanquitas, parecidas a las cremas comerciales) pero más rígida, con lo cual, la textura no es ideal desde mi punto de vista.

Aceites:

Aceite de coco:

Es hidratante, nutriente, con efecto reparador y revitalizante en el pelo, evita el encrespamiento. Penetra fácilmente en la proteína del cabello gracias a que el 50% de este aceite es ácido láurico. Además, se aclara bien bajo el agua. Es rico en vitamina E antioxidante. También tiene poder antibiótico, antiviral y antifúngico. Funciona bien para el acné y las pieles grasas (restablece el pH neutro). Tiene un cierto efecto protector solar (bloquea 20% de los rayos UVA). Ayuda a la reparación tisular. Liga bien con la fase acuosa (es fácil emulsionarlo). Va muy bien como crema de noche, bálsamo labial o desmaquillante, si lo utilizas solo. En las pastas de dientes tiene efecto desinfectante bucal. También es útil como tratamiento para las quemaduras (como si fuera vaselina), pues es calmante, hidratante y cicatrizante. Evita las estrías del embarazo y la celulitis. Resiste bien a las altas temperaturas y a la oxidación pues contiene muchos ácidos grasos saturados, más estables que los insaturados. Este aceite es sólido / cremoso a una temperatura inferior a 25°. Por eso se vende en frascos y no en botella. Cómpralo siempre bio y prensado en frío, su calidad será mayor.

Aceite de oliva:

Contiene mucha vitamina E con un alto poder antioxidante. Es muy nutritivo, regenerativo y resistente a las altas temperaturas y a la oxidación. Por ello, si no puedes guardar tus cremas en una zona fresca en verano, te recomiendo que reemplaces en las fórmulas otros tipos de aceite por éste. Asegúrate que es bio, virgen extra y prensado en frío.

Aceite de aguacate:

Propiedades similares al aceite de oliva.

Aceite de argán:

Tiene un alto contenido en ácido linoleico (antiinflamatorio). Es bactericida y fungicida. Muy hidratante y apto para piel grasa y acné (controla el exceso de sebo). Es muy nutritivo para la piel y tiene un buen efecto antiarrugas, también ayuda a eliminar manchas de la piel. Tiene un buen efecto calmante si se utiliza como bálsamo post-exposición solar. Es antioxidante, neutraliza los radicales libres. Efecto regenerador para enfermedades de la piel (útil en personas con psoriasis por ejemplo) o eliminar cicatrices. Útil para nutrir et hidratar el cabello, darle brillo y para quitar la caspa. Se puede usar como contorno de ojo.

Aceite de almendras dulces:

Es rico en antioxidantes y vitamina E, y tiene efecto antiinflamatorio. Se absorbe rápido por sus propiedades emolientes. Calmante y antiestrés. Reduce las arrugas. Protege e hidrata la piel. Espesa las pestañas, mejora las bolsas y las ojeras, por ello, es útil añadirlo en recetas de contorno de ojos. Fortalece las uñas. Evita las estrías. Cura quemaduras y elimina manchas de la piel. También tiene un cierto poder protector solar. 

Aceite de lino:

Antiinflamatorio, cicatrizante y regenerativo. Ideal para aplicar sobre quemaduras. Antioxidante, antienvejecimiento. Quita manchas, rojeces y arrugas. Se absorbe fácilmente. Es ideal para personas con acné. Da luminosidad a la piel.

Aceite de jojoba:

Regula la producción de sebo: si se trata de una piel grasa, la reduce. Si la piel es seca, la aumenta. Muy útil también para regular la producción de sebo del cuero cabelludo. Tarda en absorberse un poco más que otros aceites, por eso es preferible usarlo por la noche.

Aceite de rosa mosqueta:

Es regenerativo, muy útil para combatir arrugas, estrías y cicatrices. Ideal para pieles delicadas.

Tipos de aceite recomendados según el tipo de piel:

  • Piel normal a mixta: jojoba, rosa mosqueta, oliva, coco
  • Piel seca: almendra dulce, aguacate, argán
  • Piel grasa, seborreica/acné: lino, jojoba
  • Piel madura: argán, coco, rosa mosqueta
  • Piel con manchas: argán, rosa mosqueta
  • Piel irritada: coco, lino, argán

Aditivos antiedad:

  • Solubles en medios oleosos:

Escualano vegetal:

Soluble en fase oleosa. 

Parecido al ácido hialurónico. Combate las arrugas, previene el envejecimiento, elimina manchas, hidrata la piel, calmante, repitelizante y purificante. 

Coenzima Q10:

Soluble en fase oleosa.

Es antioxidante y antienvejecimiento (crono y fotoenvejecimiento). Protege contra los radicales libres provocados por los rayos UVA y UVB. 

Retinol (vitamina A):

Soluble en fase oleosa.

Potente antienvejecimiento. Poner en crema de noche pues es fotosensible y puede inactivarse con el sol.

  • Solubles en medios acuosos:

Acido hialurónico:

Soluble en fase acuosa.

Rellena arrugas, anti inflamatorio, cicatrizante. El de bajo peso molecular penetra más en la piel. Es más para arrugas profundas y efecto antiedad. El de alto peso molecular penetra menos, es más hidratante y trata mejor para arrugas superficiales.

Provitamina B5 (pantenol):

Soluble en fase acuosa.

Hidratante, regenera la piel, antioxidante, anti-irritación y antiedad. Lustra el pelo y mejora el encrespamiento. Poner entre 0,02% y 0,5% de la solución. Es el constituyente mayor de la coenzima A. Poner entre 0,02% y 0,5% de la solución.

Vitamina C (ácido ascórbico):

Soluble en fase acuosa si son polvos que se reconstituyen con agua o en fase oleosa si es liposomal o está reconstituida en algún aceite portador. Lo más práctico es comprarla en polvo y reconstituirla nosotros según las necesidades.

Potente como producto antienvejecimiento, favorece la síntesis de colágeno. Elimina manchas de la piel. Es preferible usarla por la noche pues es fotosensible y puede inactivarse con el sol.

Conservantes:

  • Solubles en medios oleosos:

Vitamina E:

Antioxidante y conservante. Utilizar 3 gotas /100 ml aprox.

Extracto líquido de própolis:

Antioxidante y bactericida / fungicida. Conservante. Cicatrizante. Poner 3 gotas / 100 ml aprox.

  • Solubles en medios acuosos:

Leucidal:

Conservante e hidratante, soluble en fase acuosa. Poner al 2-3%.

Extracto de pepitas de pomelo:

Conservante. Poner al 0,6 a 1%.

Otras materias primas:

Almidón de maíz o de tapioca:

Espesante, absorbe la humedad.

Goma xantana :

Gelificante, espesante, hidratante.

Óxido de zinc

Cicatrizante, protector UV. En cremas, poner 2-10%

Bicarbonato de sodio:

Antibacteriano porque altera el pH, evita el mal olor, absorbe la humedad.

Aceites esenciales:

Como ya he comentado en otros artículos, desde mi punto de vista, los aceites esenciales se deben considerar como si fueran medicamentos. Sin la supervisión de una persona formada en aromaterapia, no recomiendo usarlos. Si se usan, debe ser con un fin terapéutico, y desde luego, no para perfumar. De hecho, verás que en mis recetas muy rara vez los utilizo.

Te pongo aquí, a modo de ejemplo, las propiedades que poseen algunos de los aceites esenciales más frecuentemente utilizados, para que te hagas una idea del gran poder que tienen. Pero, te recuerdo, que no debes usarlos a menos que te aconseje un profesional. No es el objetivo de esta web recetar o recomendar mezclas de aceites esenciales.

Aceite esencial de árbol del té:

Antibacteriano, antifúngico, anticaspa, antipiojos. Ayuda contra las picaduras de insectos. Aplicación con aceite portador: granos del acné, heridas, hongos en las uñas, verrugas, herpes. Diluido en líquido: como colutorio, antimosquitos, limpiador del hogar, desinfectante de baños, alfombras, para la colada. No ingerir. No usar en niños ni embarazadas. Hay dudas de si algunas de las sustancias que contiene son disruptores endocrinos.

Aceite esencial de menta:

Antiséptico, antibiótico, antifúngico, antiviral. Analgésico. Ayuda a la producción de saliva en las pastas de dientes y colutorios. Ayuda a regular la producción de grasa. Desodorante, refrescante, reduce la pérdida del cabello. Para evitar los mareos en el coche: diluir 2-3 gotas en una cucharada de aceite portador de almendras, argán, oliva, etc. y aplicar detrás de la muñeca. Para aliviar la migraña: diluir 2 gotas en una cucharada de aceite portador y masajear la frente. Trata la caspa y los piojos (se pueden añadir algunas gotas al champú). Para estimular la circulación y reducir los dolores o la inflamación tras un golpe: añadir 2-3 gotas en una cucharada de aceite portador y masajear. Para mejorar la digestión después de las comidas: poner 2-3 gotas en 200 ml de agua. Para tratar la congestión nasal: inhalado en vaho, 2-3 gotas, o en difusor. Para tratar los hongos de las uñas: 2-3 gotas diluidas en una cucharada de aceite de argán o de coco). Para mejorar la fatiga y el agotamiento mental: usado en difusor. Para bajar la fiebre: añadir 2-3 gotas a una compresa fría. No se debe usar en enfermedades neurológicas. No debe entrar en contacto con ls ojos. No usar en el embarazo ni en niños.

Aceite esencial de lavanda oficinalis:

Antiinflamatorio, antibacteriano y antifúngico. Analgésico y sedante. Antiespasmódico. Aplicación diluyendo 2-3 gotas en una cucharada sopera de aceite portador: para dormir (aplicar detrás de las orejas o en la almohada). Para tratar enfermedades cutáneas como el acné, el eczema, la psoriasis, las quemaduras, las picaduras insectos (sirve también de repelente). Aplicación diluido con un aceite portador: tónico para el crecimiento del cabello, para el dolor de cabeza (masaje con una compresa húmeda y 2 gotas), insomnio o ansiedad (en difusor o en el agua del baño), regulación menstrual (mezclando 5 gotas con 30 ml de aceite portador y masajeando la pelvis), para la gripe (en difusor), asma o problemas bronquiales (en difusor o en el agua del baño, o mezclando 5 gotas con 30 ml de aceite portador y masajeando el pecho). No utilizar durante el embarazo o niños. Hay dudas de si algunas de las sustancias que contiene son disruptores hormonales.

Aceite esencial de limón:

Antibacteriano, antiinflamatorio, alivia la tos, estimula el drenaje linfático, antialérgico. Neutraliza los malos olores. Aplicación directa diluido en aceite portador: para tratar verrugas y callos. Para tratar la anemia y la hipertensión (en difusor), el dolor articular o mejorar la circulación (diluido en aceite portador o en agua del baño). Para la fiebre (2-3 gotas en una compresa fría). Para el resfriado, la tos o la pérdida de voz (inhalación de vapor o frotar el pecho diluído en aceite portador). Para la fatiga (difusor o en el agua del baño). Para tratar los hongos de las uñas (mezclar con aceite de almendras). Para las úlceras de la boca (hacer gárgaras). Para tratar el cabello graso (2-3 gotas en el champú) o la piel grasa (2-3 gotas en 30 ml de agua). Repelente de insectos (en difusor o hacer un spray poniendo 2-3 gotas en 30 ml de agua y pulverizar sobre los muebles. Para eliminar el tejido cicatricial (mezclar con aceite de argán o de rosa mosqueta y masajear).

Aceite esencial de eucalipto:

Antibacteriano, antifúngico, antiséptico, activa la circulación, repelente de  insectos, para los dolores musculares, migraña, asma, tos, herpes. Aplicación directa: herpes y varicela. También sirve para refrescar el cubo de la basura. Diluido: dolores musculares (masajear mezclado con aceite portador), problemas de garganta o respiratorios (vaporizador). Desinfectante (10 gotas en 1 litro de agua y vaporizar). Evitar durante el embarazo. No utilizar en caso de hipertensión arterial o de epilepsia. Evitar si se está usando homeopatía.